Romeo sigue buscando una familia

Romeo es el gatito ideal, es bueno, obediente, aprende enseguida, cariñoso hasta decir basta; no araña los muebles, no saca las uñas y sus mordiquitos de cariño son todo ternura. A pesar de como le han pagado antes su amor con abandono, indiferencia e ingratitud; el sigue insistiendo en ser un gatoso amoroso. Es juguetón porque solo es un cachorrín, pero es muy tranquilo y pacífico.
Y encima es tan bonito, todo él de terciopelo negro-noche y sus ojos naranja de luz.