La dulce Montse murió, no sabemos si víctima de un atropello o un perro; pero seguro culpa de un cruel abandono de gente sin alma. Abandono que nunca llegó a superar del todo.
Sin sus carreras de bienvenida, sus revolcones de "me alegro de verte" y sus restregones de "somos amigas" los días son mucho más tristes.
Montse deja un huequito más en nuestros corazones y un recuerdo más en nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario